12 de octubre de 2012

Soy


Soy el sistema vivo que conociste, y mantengo mi células andando
cuando respiro soy eterna y cuando sonrío aparece el mundo girando.
Soy humana o parezco, soy compulsiva, errante y aunque no quiero
soy un poco más confusa y confundida de lo que espero.
Soy la misma rosa que te pinchaba, la que rompía y lastimaba
aquella que construía cielo o infierno según callara o hablara.
Soy  luz y soy sombra, soy el viento helado que golpea bajo tu gorra, 
soy la verdad y el error, soy siempre solitaria, hace cien años y ahora. 
Soy cada una de las opciones, honesta, mentirosa, y neutra.
Cada misterio del mundo, y cada chisme que las vecinas cuentan.
Soy lo mismo que viviste, que conociste, lo que será y lo que fue,
aunque haya sido insoportablemente dulce, insoportablemente cruel. 
Soy palabra y soy olvido, soy recuerdo amargo y silencio de amigo.

Soy la que ahora logra ver lo que sos, nada de víctima, mucho de semidios.
La que te convirtió en héroe, la que te vio cercana al magno sol.
Cuando me sonreías, cuando me retabas, cuando transformabas la vida
eras el hermano mayor que me enseñaba cómo seguir día a día.
Y sin embargo, ciega, necia y renga, no aprendí cómo caminar,
no aprendí a ver lo cierto, todo lo que eras fuera de mi verdad.
Soy pichón sin alas, de esos que no pueden aunque quieran volar.
Soy la que creyó en un nuevo mañana para abrir los ojos y despertar.

Y sé que fui idiota, que convertí el mundo en fantasía y sueño
transformándote en el ejemplo de un universo absolutamente nuevo.
Porque detrás de todos los velos, los reinos y las altas montañas
no había norte que me llevara al cielo, no te conocía en tus entrañas.
Te sorprendí en oscuras cuando menos lo esperabas, te quedaste sin luz
y cuando menos lo querías mostraste tu verdadero yo, soltaste tu cruz.
Soy la que te desea el mejor de los caminos, y que las piedras desaparezcan.
La que te regala estas rimas con el dolor de todas sus letras.
Porque cuando el cielo es eterno, y la esquina es un  simple baldío,
te regalo mis mejores deseos y mi agradecimiento de un nuevo vacío,
el que me impulsa a no creer nunca más en mis propios espejismos, 
el que me impulsa a buscar mi nuevo Norte,a ir a buscar lo que es mío.