Silencio!
"Callate, callate, callate! No quiero escucharte más! No quiero oír más tus historias, tus victorias, tus anécdotas! Sólo quiero escuchar una frase de vos y como sé que nunca la vas a decir entoces prefiero que te mantengas en silencio frente a mí." Eso es lo que pienso cada vez que te miro y te pongo esa cara de "qué bueno lo que me contás!". Y no puedo decir nada, y no puedo hacer más que bancármelo adentro, porque vos me hablás así porque soy tu AMIGA, casi tu amigo.
Busco alrededor la mirada cómplice de quien sabe lo que estoy pensando antes de que se lo diga. La busco, y generalmente la encuentro. Después pretendo preguntarle si te oyó, queriendo saber si me escuchó mientras vos hablabas y yo me mantenía en silencio. No llego a decir la última palabra que ya me contesta que sí, que sufría por lo que yo debería estar sintiendo. Me da un abrazo, como esos que te da una persona que realmente se preocupa por vos.
No te sorprendas si me alejo. No te enojes si desaparezco repentinamente de tu lado. No reacciones bruscamente si de golpe no estoy más ahí. Es porque no soporto más, porque no aguanto esas ganas de gritarte "Callate!" o "No quiero saber!" cuando me contás tus levantes y tus fiestas.
Te quiero, y por eso me alejo. Te quiero más de lo que te imaginás. Pero quedate tranquilo, no te vas a enterar. No lo vas a notar. Tampoco lo vas a poder evitar.
Va a pasar, ya lo sé, pero el tiempo que tarde en pasar, ése es el peor momento. El momento de la necesidad.
Busco alrededor la mirada cómplice de quien sabe lo que estoy pensando antes de que se lo diga. La busco, y generalmente la encuentro. Después pretendo preguntarle si te oyó, queriendo saber si me escuchó mientras vos hablabas y yo me mantenía en silencio. No llego a decir la última palabra que ya me contesta que sí, que sufría por lo que yo debería estar sintiendo. Me da un abrazo, como esos que te da una persona que realmente se preocupa por vos.
No te sorprendas si me alejo. No te enojes si desaparezco repentinamente de tu lado. No reacciones bruscamente si de golpe no estoy más ahí. Es porque no soporto más, porque no aguanto esas ganas de gritarte "Callate!" o "No quiero saber!" cuando me contás tus levantes y tus fiestas.
Te quiero, y por eso me alejo. Te quiero más de lo que te imaginás. Pero quedate tranquilo, no te vas a enterar. No lo vas a notar. Tampoco lo vas a poder evitar.
Va a pasar, ya lo sé, pero el tiempo que tarde en pasar, ése es el peor momento. El momento de la necesidad.
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