No me vas a hacer el juego.
- ¡Qué es así!
- ¡NO!
-¡SÍ!
- ¿Ves? Esto pasa por no tener las reglas escritas.
En ese momento, los dos corazones cerraron el tablero, tomaron sus cosas y se fue cada uno a su casa, con las heridas de la lucha todavía abiertas.
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