23 de junio de 2010

Ceguera.-

Giran, giran todo el tiempo.
Y ellas, que no paran de moverse.
Yo acá parada, espero
que todo lo que mi cabeza decide sea.
Cuadran las mentiras que fueron
sinceras conmigo, conmigo.
Etérea melodía en mis oídos
la que ahora me desarma.
Y suspicaz el viento se desplaza,
rápido por los silencios que dejo
abiertos para que crezcan.
A veces todo parece simple
                                        [todo es simple]
pero el mar nos devuelve a la
irrealidad.
Despierto rodeada de grises
en una mañana con el más
                                      glorioso amanecer.
Acierto, creo, en pensar que
cierta vez me despertaré y seré
yo misma, la que se detiene y cree
que algo puede cambiar.
Lo que se encuentra a mi alrededor
se funde en negro
y me absorbe espacialmente.
Cegada por su brillo
tan distinto a mi realidad.
Suspiro de su aliento,
revivo por su mirar.
La única excusa para no
                                   [ya no]
abandonar.

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