6 de noviembre de 2007

Sobre ruedas

Todavía siento el puñal en el pecho.
Mas sólo queda el agujero
y la mancha negra de tu pasar.

Mientras todo está quieto y lento
parecer ser que mi aliento
y la sorpresa no pueden ya llegar.

Angustia de no poder volver
a saber.
Angustia de no poder entender.

Sistemación de no correr
estoy cortada aquí a tus pies.
Afuera suena un cañón
que detona bolas en un paredón.
Acá no queda nada, nada, nada.

Sentada espero tu memoria.
Acorto pasos que no hay .
Y sin más no hay más quimeras.

Desastre de no vivir antes
de este tiempo.
Desastre de no vivir jamás.

Acuerdo mutis de no saber
cómo amarme así sin perder.
Adentro no hay expresión
(más que la mínima unión).
Acá no queda nada, nada, nada.

Puñal inverso de dolor.
Ocaso triste del amor.
No queda rostro en la pasión.
No había sentido este sudor.

Se escucha a la nada cortar
el aire tibio del suave mirar.
Niego ver lo real y lo irreal
que me destruye, está en vos
Acá no queda nada, nada, nada.

Nada, nada, nada.

Puñal quitado, mancha oscura.
Lienzo vacío mi corazón.

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