2 de septiembre de 2009

Llovizna.-

Otra vez y contando. ¿Cuál era ya, la tercera, la cuarta? No me podía acordar. La llovizna de nombre santo me golpeaba los cachetes al ritmo de mi caminar, y al ritmo de mi pensar. Pensar en todo lo que siempre estaba a punto de ser, y nunca era. Pensar en todo lo que imaginaba, y no era real. Pensar y repensar en el porqué de mi caminar solitario en esta tarde fría y húmeda de agosto, cuando debería estar acompañada y resguardada en sus brazos.
Tomo la decisión y marco el número. No por ello dejo de caminar, de sentir el viento y el frío, el agua y el agotamiento en la ciudad. Suena. Busco un lugar para frenarme y hablar. Suena. Encuentro un local acogedor, pero demasiado iluminado para mis ojos acostumbrados a la resolana lluviosa. Suena. Me decido por una esquina no tan resguardada pero más amena para mi infructuoso accionar. Suena. Me canso y corto.
La duda de saber qué hacer ahora. Mi primer impulso: insultarlo. Claro, es que la necesidad visceral de sacar la bronca reacciona antes que nada. Mi segundo impulso: insultarlo por teléfono. Claro, es que no alcanza para ciertas cosas con el grito al cielo y la resignación. Mi tercer impulso: enviar un consolador mensaje de texto. Claro, es que lo que me provoca, tan contradictorio permanentemente, sólo puedo promoverlo en un espacio tan inexpresivo como la digitalización de la palabra.
El colectivo avanza y vuelvo a verme sola. Sola, angustiada, roída por el resentimiento y todavía con ansias de que me dé la oportunidad de perdonarlo. La lluvia sigue cayendo y entiendo que no va a existir tal ocasión. Me bajo del colectivo y camino cuatro cuadras que parecen cuatro cuadras. La reja negra no podría ser más oportuna.

4 comentarios:

Roger Smith dijo...

Me encantan tus relatos y la forma en que lo escribís. Mañana te sigo leyendo... Tu cumpa poplífero Quiper

pánfila dijo...

Cuando leo tus textos me pasa algo raro... Es como si se hiciera un silencio adentro, como si mi tiempo interno tuviera un bache. No sé si llamarlo paz, es algo parecido a meditar... No sé... Pero gracias por eso!

Ragnar dijo...

Poplife va a ser el camino al éxito de tu blog..

Anónimo dijo...

Pau ¿Cómo estás tanto tiempo? Excelente tu blog, muy particular. Tenes un estilo propio.
Me alegro que te haya gustado lo que escribo ¿Qué es de tu vida tanto tiempo? Te mando un beso grande. Julián.